La penicilina en la Nueva Medicina Germánica

Por Dr. Ryke Geerd Hamer

El primero en observar los efectos antibióticos
de la penicilina fue Alexander Fleming.
La penicilina es un citostático* simpaticotónico. El efecto que tiene en las bacterias es insignificante y secundario respecto al efecto que tiene sobre el edema del tronco cerebral. Por eso se puede utilizar en la fase PCL para hacer disminuir el edema del tronco cerebral, por el contrario es inferior a la cortisona en las restantes zonas cerebrales (con excepción de la médula cerebral, el denominado “grupo de lujo”).
* citostático = Que inhibe el desarrollo y multiplicación de las células; se utiliza generalmente en el tratamiento de tumores.
Con esto no se quiere echar por tierra el descubrimiento de la penicilina y de los otros antibióticos. Pero ese descubrimiento se produce en un cuadro de suposiciones e ideas erróneas.

Siempre nos habíamos imaginado que los productos de la descomposición bacterial actuasen como toxinas y causasen la fiebre. Que bastaría destruir las pequeñas bacterias malas para eliminar también las toxinas.
Se trataba de un error. Cierto que por suerte Flemming ha descubierto “por error” una sustancia obtenida de hongos que reduce el edema del tronco cerebral.

En el efecto de cualquier citostático y antiedemático* están involucradas también las bacterias, nuestras diligentes amigas, que a las que se despide temporalmente porque su trabajo se pospone a otro momento con un desarrollo menos dramático.
* antiedemático = que promueve la disminución del volumen de una parte del cuerpo, que se produce por la acumulación de líquido en el espacio intersticial.

Igual que la penicilina y los otros antibióticos, cualquier citostático actúa de manera depresiva en la hematopoyesis*, razón por la cual en el tratamiento “deprimente”, considerado necesario, de la leucemia (fase de reparación del cáncer óseo) tiene un efecto tan devastador.
* Hematopoyesis = proceso de formación y diferenciación de las células sanguíneas, en especial los hematíes y los leucocitos.

Fuente: Dr. Hamer - Legado de una Nueva Medicina, Tomo 1, Cap. 20.4.7.2. "Unas palabras sobre la penicilina"



¿Qué es la penicilina?

La penicilina es un producto metabólico de los hongos y son eficaces sólo contra las bacterias (y no contra las micobacterias ni virus). Los hongos se defienden de las bacterias usando este producto metabólico dañándolas o incluso matándolas.

Fuente: Dr. Hamer - Legado de una Nueva Medicina, Tomo 1, 17. Cuarta ley

La penicilina mata a nuestros pequeños amigos.

La forunculosis es la fase de reparación tras una autodesvalorización con FH (Foco de Hamer) en la médula cerebral y que se manifiesta en el órgano como necrosis del tejido conectivo. Tras la conflictolisis, es decir durante la fase PCL, los estafilococos eliminan las necrosis, proceso que llamamos forunculosis. Por todas partes el tejido conectivo se reduce anaeróbicamente, se encuentras los correspondientes “operarios especializados” para este tipo de “residuo de la necrosis”. 

Nosotros, hombres necios, impedimos con la penicilina que lleven a cabo su intervención y celebramos como un acto de pioneros de la medicina lo que, en el fondo, sólo es una necedad. De hecho usamos la penicilina prácticamente como un medio para descongestionar el cerebro.

Sólo por eso disminuye la fiebre, y no por el hecho de haber matado* a un gran número de nuestros “pequeños amigos”, de lo que nosotros, los aprendices de brujos, en nuestra ignorancia, nos alegramos, como un niño se alegra que el cazador haya matado a la ”malvada comadreja”. En realidad el hombre interviene arbitrariamente y sin entendimiento en el equilibrio de la naturaleza, y actúa como un aprendiz de brujo que se lamenta de lo que ha causado sólo cuando pudiera ser demasiado tarde.

* porque la penicilina actúa citostáticamente
 
Qué arrogancia se esconde en declarar como errónea a la naturaleza (hay que decirlo una conciencia tranquila). El hecho de creer que hay que corregir y retocar por todas partes sólo es producto de la infinita ignorancia de los “medicínicos” que se sienten dioses, a pesar que solo son necios de poco sentido común, por haber “olvidado” incluir el cerebro en sus consideraciones... y no hablemos de la psique.

Fuente: Dr. Hamer - Legado de una Nueva Medicina, Tomo 1, 18.2 Estafilococos y bacterias de los forúnculos


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